sábado, 10 de noviembre de 2012

Buda explotó por verguënza




En la película iraní de Hana Makhmalbaf,  'Buda explotó por vergüenza', vemos la intención del director para acentuar los problemas que tengan que ver con la igualdad y el derecho de las mujeres en la sociedad, que no se limita sólo en Afganistán, sino que se podría aplicar a la sociedad internacional en general. También ha puesto enfoques en la diferencia entre clases, cuyos efectos vamos a ver en este blog. Aviso: voy a describir escenas, así que para quién quiera ver la película antes, es mejor saltar esta entrada.

La crítica hacia la diferencia entre clases se nota en dos escenas: la primera delante de la tienda del barrio y la otra en el mercado. Baktay tiene seis años y vive bajo la estatua de Buda que destruyeron los talibanes (por eso, el nombre de la película). Su responsabilidad en casa es cuidar de su hermano pequeño, que es aún bebé. Al ver a su vecino estudiar, leyendo a voz alta los alfabetos y frases, quiere estudiar para poder leer historias divertidas. Para poder estudiar se necesitan dos cosas indispensables: cuaderno y lápiz (al no contar la goma de borrar y sacapuntas). Para pedir dinero de su madre, se fue a buscarla pero no estaba en ningún sitio. Llegó a la papeleria y vio a una madre e hija haciendo la compra de artículos que se necesitaba para la escuela. Los cuadernos, y no sólo uno, y el lápiz, sacapuntas y la goma de borrar. El poder elegir hasta el color del cuaderno, y la mirada con la que la niña miraba a Baktay acentuaron la diferencia entre clases: Una es la niña de clase media que tiene a su madre que apoya su educación y otra es Baktay, quien tiene que buscar su propia via para poder acceder a la escuela porque su madre contaba con el apoyo de Baktay para cuidar a su hermano pequeño. Aquí se podría decir que el hecho que la madre no le apoya ir a la escuela, no es directamente la culpa de la madre, sino de la situación precaria en la que viven.

Baktay después de haber preguntado por el precio del cuaderno y lápiz, supo que debía conseguir los 20 rupías para poder comprárselos. Cogió 4 huevos para hacer cambio al trueque con el vendedor quien le mandó a vender los huevos a 5 rupías cada. Mientras iba intentando vender los huevos, encontró con dos hombres que estaban contando su dinero. Tenían en sus manos unos mazos de rupías. Entonces la niña se pregunta: 'Por qué necesita tanto dinero, si un huevo sólo cuesta 5 rupías'. Aquí se puede notar dos cosas: la diferencia entre los que trabajen en el mercado que no tienen ni 5 rupías para comprar los huevos de Baktay y dos hombres que parecen de otra clase que tiene mazos de dinero para contar. Estos dos hombres, a parte encontrarse en el mismo mercado, no pertenece a este mismo mercado. Se concentran en contar su dinero y para los dos, solo ellos existen. No ven a los demás, no ha dado atención ninguna a Baktay. Es como los ricos que comparten el mismo mundo que los pobres pero primeros no se dan cuenta de la existencia de los segundos. Además parece que la critica de estos dos hombres está dirigida hacia la sociedad consumerista en la que vivimos. El sistema capitalista se nutre del consumerismo, una ideología en la que los se lo pueden permitir, no se les acaba la necesidad de tener más cosas. Y como todo se mide a través del dinero (como ya está mostrado en la escena del rechazo de los huevos), los que no tienen para comer buscan lo mínimo para poder vivir, pero los que ya viven, buscan más dinero para poder vivir 'mejor'.

A parte de estas dos cosas, Baktay y el público de la película van a aprender muchas más cosas. De hecho, los dos puntos que acabo de mencionar no son el corazón de la película sino lo que he pensado que se relaciona con la economia internacional, y pues, acabo aquí la observación de 'Buda explotó por vergüenza'.

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