martes, 29 de enero de 2013

Reflexión tras una presentación: Alternativas del futuro.

En la presentación 'Alternativas del Futuro' creo recordar que se hablaba de las Ecoaldeas y de un país asiático que, en vez de medir el GDP, se mide el índice de felicidad de la población cada año para saber lo qué problemas necesitan ser resueltos: Bhutan. Al hablar de Bhutan, nuestro compañero también mencionó que con la apertura de sus fronteras empiezan a tener problemas más problemas.

He observado que los estados donde las organizaciones estatales funcionan más o menos bien son o bien estados pequeños, o bien comunidades que tienen un número bastante limitado de miembros. Mira las ecoaldeas. Vemos la población de Bhutan (716,896:July 2012 CIA World Factbook) y diremos, ¿qué? Hay menos gente que en una ciudad como Madrid.

Me parece que la cantidad de población es muy importante en la hora de intentar mantener una sociedad estable o realizar una buena organización de la sociedad. Los seres humanos hemos llegado a conectar nada más nada menos que el mundo entero. Ahora las redes de conexión de gentes en todo el mundo entero hace difícil sistemar los hechos. Generamos problemas cuyas repercusiones no alcanzamos precipitar como el de 'foodmiles' ya que, en vez de hacer crecer unos alimentos en nuestra tierra, nos parece más fácil y barato que nos lo hagan otros en el otro lado del mundo, dado que tanto el avión nos lo trae rápido. Llegamos a hacer perder a una población entera su acceso a la alimentación tradicionalmente básica como en el caso de la subida del precio de la quinoa hasta tal punto que los agricultores de quinoa tengan que comer comida importada porque les sale más barata (Can vegans stomach the inpalatable truth: the Guardian).

No podemos ver bien la situación actual en la que nos encontramos. Nos dejamos llevar por la ola. Hacemos las cosas en función de como el dinero nos mande y arriesgamos perder toda la vida trabajando. Arriesgamos no encontrar la esencia de la vida: no me preguntes qué es, tampoco lo he encontrado, estaba demasiado involucrado en este mismo sistema. Se nos olvida pensar que esta manera de vivir no es sostenible. Estamos molestando demasiado a la naturaleza y que un día pagaremos muy caro esta factura.

Ahora que estamos conectados, queremos intentar con solucionar la gobernanza global mientras que la realidad se nos escapa: no podemos ni organizarnos lo suficiente ni de modo viable en una unidad estatal. ¿Cómo podremos hacerlo con más gente, cubriendo territorios más vastas? Está bien intentar coordinar en nivel mundial, pero al tomar una acción, aún soy escéptica de si va a funcionar.

sábado, 26 de enero de 2013

Lo bueno de escuchar y leer es aprender.
Todo lo que veas o escuches te afectan de alguna manera. Te ayuda a formar y transformar, y de este modo, un ser humano no deja de cambiar nunca.

Si te encierras bloqueando los oídos y las vistas, vas a perder muchísimas cosas, hasta tal punto que te pierdes a tí mismo, de igual manera que Narciso haya perdido a sí mismo en la reflexión de su hermosura. En este sentido, no es que vayas transformando, sino que vas deteriorando tu capacidad de reflexión y de pensar.

Me preocupa la vida que la tecnología nos permite mantener hoy. Especialmente los jóvenes que no hayan desarrollado la capacidad crítica o el costumbre de leer libros antes de perderse con los ordenadores que, como otras cosas, pueden ser tan útiles y tan peligrosos a la vez. Por eso me preocupa ya que si lo usas sin la capacidad de mediar y reflejar, arriesgas aprender y perderte en la influencia extraordinaria de la cultura materialista y consumerista sin darte ni cuenta.