I. El método de Marx.
Los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política
son dos: el uso de la abstracción y el carácter histórico de su pensamiento.
-
El uso de la
abstracción.
El método de Marx entonces precisa formular una hipótesis sobre lo que es
esencial, profundizar en estas hipótesis y comprobar su validez con los datos
de experiencia. A Marx le preocupa el cambio social, un campo de estudio que se
encuentra en el entorno de la esfera de la economía política. Se trataba de
estudiar la interrelación de los
factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social
hasta llegar a la conclusión de que los movimientos del modo de producción
es la clave del cambio social. Basando esta teoría en los conflictos históricos
decisivos, descubrió lo que llamó ‘conflictos de clase’. Cogió la relación
capital-trabajo que surgen en la producción industrial como la relación de
cambio más importante ya que a través del capital, se compra la fuerza de
trabajo al obrero, y también a través del capital, el obrero adquiere lo que
necesite para vivir. Y así lo demostró en el volumen I de El Capital, en el que
analizó las mercancías (todo lo que se destina al cambio, más bien que
al uso directo), su relación de cambio y su aspecto cuantitativo (valor de
cambio), y el análisis de dinero.
-
El carácter histórico
del pensamiento de Marx.
Marx ve la realidad social como un proceso del cambio social, producto de
la acción humana. Pero esta acción humana está a la vez limitada por una circunstancia
previamente dada: su clase social. De este modo, la sociedad cambia, y a la
vez, dentro de ciertos límites, puede ser cambiada.
II. El problema del valor cualitativo
La función
del valor cualitativo es el descubrimiento de las implicaciones de la sociedad
productora de mercancías en terminados de relaciones sociales y conciencia
social. En este capítulo se aborda en
las mercancías como se produce para el cambio en vez de para el uso del
productor, por eso el estudio de las mercancías es el estudio de la relación
económica del cambio. Sweezy destaca la importancia de la teoría del valor de
Marx y aporta el análisis de la producción de mercancías. Por otra parte hace
una breve crítica sobre la concepción de Adam Smith, el cual defiende a la
división del trabajo como origen de todo aumento en la productividad. Sin
embargo, como una relación rígida, no entiende que el cambio produce antes de
la división del trabajo. Como consecuencia, Sweezy y Marx aspiran a una
relación más flexible. El autor refiere a que la producción de mercancías tiene
su origen en la naturaleza humana, como ¨forma universal e inevitable de la
vida económica¨, por eso la Ciencia Económica estudiar la producción de mercancías,
según ello, por lo que los problemas de la economía política son de índole
cuantitativo. Hay dos problemas en la economía política: por un lado, el
¨problema del valor cuantitativo y el
problema del valor cuantitativo¨.
Las ¨valores¨ de mercancías son bastante simples y tienen dos aspectos, ¨valor de uso¨ (relación
entre el consumidor y el objeto consumido) y ¨valor de cambio¨ forma fenomenal
(relación social entre propetariarios de mercancías-relación cuantitativa).
Existen una relación cualitativa entre el valor y el trabajo. El trabajo
(abstracto o general) es la ¨sustancia del valor¨, además tiene doble aspecto,
uno para el valor de uso u otro para el valor de la mercancía que produce. La
teoría del valor cuantitativo es determinada por el análisis cualitativo. El
autor señala la teoría Fetichista de Marx, es decir, el productor trata al
trabajador a través del ¨mercado¨, los seres humanos se ven como meros
instrumentos, se produce entonces un materialismo en las relaciones sociales.
La producción de mercancías ha ocultado el verdadero carácter de las relaciones
sociales pero a la vez ha creado la ¨racionalidad económica moderna (adaptación
de los medios a los fines mediante leyes). La producción de mercancías de
mercancías en el capitalismo lleva a la irracionalidad, de manera que se
produce una contradicción. Es un sistema social que domina al hombre, lo educa
hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino, y al mismo
tiempo le impide emplear los medios para ejercer el poder que está a su
alcance.
III. El problema del valor cuantitativo
La función del
valor cuantitativo es encontrar la naturaleza de las leyes en términos
cuantitativos. A partir de la idea de que en toda sociedad el trabajo debe ser
aplicado a la producción. Por lo tanto, el autor piensa que los productos deben
ser distribuidos entre los miembros de la misma. El trabajo /valor, debe ser el
trabajo ¨socialmente necesario¨ así mismo, el trabajo ¨simple¨ debe producir
más valor (relación entre hora de trabajo simple y mercancías que se producen
en una hora). Sweezy señala la viabilidad teórica de disminuir el trabajo
calificado a trabajo simple. Además, defiende la proposición de Smith en
relación a que la oferta y la demanda están equilibrados sólo cuando el precio
de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para
producirla (valor-precio-ganancia). Es necesario conocer dos clases de información:
el primero, el costo relativo en trabajo para una y otra mercancía; el segundo,
la intensidad relativa de la demanda de una y otra mercancía. Respecto a esta información
se conoce el ¨equilibrio¨ económico general de la sociedad. Sweezy y Marx – a
su no relación con la demanda, la que se debe primero a que en el capitalismo
la demanda es una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores y en
segundo lugar, a que la demanda del mercado está dominada por la distribución
del ingreso.
¨La ley del valor¨
es una teoría de equilibrio general desarrollada con referencia a la
producción simple de mercancías y adaptada tras el capitalismo. Hay una
oposición entre valor y planteamiento, como entre capitalismo y socialismo. Los
precios de producción se vienen de los valores y la teoría de éstos, se basa en
la teoría del valor. Por otra parte, la introducción de elementos de monopolio
dificulta el funcionamiento de la ley del valor (el control del monopolista le
permite aprovecharse de las condiciones de la demanda), por lo que se puede
decir que el monopolio perturba las relaciones de valor cuantitativo, sin
embargo no las de valor cualitativo. Esto se debe a que no altera las
relaciones sociales básicas de al producciones de mercancías (organización,
mercancías), dicho esto, aun bajo las condiciones monopolistas se puede medir y
comparar las mercancías, pese a las relaciones cuantitativas ya no sean
válidas.
IV. Plusvalía y capitalismo
A partir de
la definición de ¨capitalismo¨,
no es el sinónimo de la producción de mercancías aunque dicha producción sea
algo intrínseco en él. Los medios de producción y la fuerza de trabajo también
son mercancías (conllevan valor de cambio). Para Marx, la compra y la venta de
la fuerza de trabajo es la ¨diferencia específica del capitalismo¨. Sweezy
menciona un ¨círculo simbólico¨ de actividad económica,
mercancía-dinero-mercancía, que será sustituido, debido al capitalismo, por el dinero
es el principio y el fin. Dicho de otra manera, el capitalista sólo desembolsa
dinero, a cambio de trabajo y producción, si de esa forma obtendrá más dinero,
ese incremento de dinero es la ¨plusvalía¨ (fin directo e incentivo
de la producción). El valor de la fuerza de trabajo, por otra parte, se reduce
al valor de una cantidad más o menos precisa de mercancías ordinarias, pero la
productividad física no debe confundirse con la productividad de valor. La
jornada de trabajo puede dividirse en dos partes: el primero, ¨trabajo
necesario¨ (para subsistir, se paga salario); el segundo, ¨trabajo
excedente¨ (se produce de más, plusvalía, beneficio del capitalista). A su
vez el valor de una mercancía “capitalista” se divide en tres:
1.
Capital constante (C)
desembolso en materiales y maquinaria-no cambia
2.
Capital variable
(V) fuerza de trabajo-cambia,
produce plusvalía, desembolso en salarios y sueldos.
3.
Plusvalía (P) ingreso como interés o dividendos.
C+V+P será valor total
(entradas brutas).
La tasa de la
plusvalía es la forma capitalista de la tasa de explotación de Marx (proporción
de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario). Se determina por tres
factores: el primero, la duración del día de trabajo; el segundo, la cantidad
de mercancías que entran en el salario real; el tercero, la productividad del
trabajo. Existen dos tipos de plusvalía: ¨plusvalía absoluta¨ (se
obtiene al incrementar las horas de trabajo); ¨plusvalía relativa¨ (se
obtener por dos vías: reduciendo el salario o aumentando la productividad del
trabajador).
Marx insiste en
la ¨composición orgánica de capital¨ (O) (proporción del capital con
respecto al capital total). Pero lo que más interesa es la ganancia (G)
(proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital. Sweezy
supone que todo capital tiene un idéntico periodo de rotación de un año. La
tasa de ganancia es una función de la tasa de plusvalía y de la composición
orgánica del capital, y por eso, una ventaja en el método técnico de
producción, lleva a una tasa de plusvalía más alta y por lo tanto de mayor
ganancia. El autor concluye que en el mundo real de la producción capitalista
la Ley del Valor no ejerce un control directo,
V. La acumulación y el ejército de
reserva
1.
La reproducción simple se refiere a un sistema capitalista que conserva indefinidamente las
mismas dimensiones y las mismas proporciones entre sus diversas partes, y para
que se cumpla estas condiciones requiere que los capitalistas repongan todo el
capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo y que los
obreros gasten todo su salario en el consumo; al contrario tendría lugar una
acumulación o un agotamiento de recursos. De este propósito, llegamos al
resultado que en una condición ideal del Capitalismo, hace falta que el valor
del capital constante usado en la rama de artículos de consumo sea igual al
valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a
producir medios de producción.
Hay dos categorías amplias en el lado de producción: la de medios de
producción y la de artículos de consumo.
De ingreso, tenemos tres categorías: el que debe gastar en medios de
producción—para mantener la posición de capitalista, el ingreso para gastar en
consumo (plusvalía), y el del trabajador (salario).
2.
Las raíces de la
acumulación es la conversión de la plusvalía en capital
adicional; constituye la fuerza motriz del capitalismo. Es la forma de
circulación D-M-D en la que se expande el valor, siendo ése el fin subjetivo
del capitalismo. Y ya que el poder en el capitalismo crece en función de la
acumulación de la riqueza, el capitalista tiene más motivo para emplear todos
los mecanismos a fin de acumular. Hubo intentos de explicar y justificar a la
vez este hecho como son la teoría de la espera y la de la abstinencia:
Desde la teoría de la 'espera' de Alfred Marshall,
los capitalistas que hayan acumulado, lo han hecho para después consumir, porque
al final, van a consumir todo lo que poseen.
Según la teoría de la abstinencia de Nassau
W.Senior , cuando no se consume, se acumula, pero en el capitalismo, no
funciona asi porque los capitalistas quieren a la vez acumular y consumir dado
que el ‘poder consumir’ muestra el estatus del poder del capitalista
consumidor.
Pero son estas dos teorías insuficientes ya que no son teorías
revolucionarias y lo que intentan es esconder los conflictos, manteniendo el
statu quo.
3.
La acumulación y el
valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del
problema.
La llamada ‘reproduccion ampliada’ por Marx, en
contraste con la reproducción simple, muestra una interrelación de ofertas y
demandas cuando los capitalistas no consumen totalmente la plusvalía. Pero esta
plusvalía, lo esencial para el capitalismo, depende totalmente de la diferencia
entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el
trabajador produce.
Según Ricardo, el valor de la fuerza de trabajo son
dos, como todas las cosas: valor natural que es
el salario necesario para la supervivencia del trabajador, y el precio
del mercado, que está influenciado por el aumento y disminución de la
población, dada la calidad de mercancía de la fuerza de trabajo.
4.
La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo
Por la tendencia a subir de salarios a subir bajo
la acumulación del capital, no llegaría nunca a amenazar el sistema mismo
debido a lo que Marx llama el ‘ejército de reserva del trabajo’, o ‘población
excedente relativa’, que son obreros desocupados que, por su capacidad laboral,
ejercen una presión constante hacia el precio de fuerzas de trabajo. La fuerza
de la tendencia de los salarios a subir crece en función de la presión del
ejército de la reserva que la contrarresta.
Otro elemento en el juego del balance entre el valor natural y del mercado
de las fuerzas de trabajo se debe a la eliminación del mismo por la maquinaria
de manera que en la prosperidad de las fuerzas industriales, ésas ganan a
expensa del ejército de reserva.
5.
La naturaleza del
proceso capitalista
Todo progreso económico se detiene por dos leyes
naturales preponderantes e inmutables: Ley de la población y la de los
rendimientos decrecientes. John Stuart Mills hablaba de la imposibilidad de
evitar el estado estacionario por el fuerte crecimiento de la población. Esta
teoría no pudo sobrevivir el descenso de las tasas de natalidad en la década
del 1870. Sobre la teoría de los rendimientos decrecientes, Marx considera
necesaria la innovación de métodos de acumulación para la prolongación del capitalismo ya que hay
que reinventar siempre una forma de sacar la plusvalía de la producción; dada
esta tendencia a la baja del rendimiento del capitalismo y la alta necesidad de
renovación e innovación constante, es inconcebible para Marx, un capitalismo
sin crisis.
VI. La tendencia descendente de la tasa
de la ganancia
Es central la importancia de la ley de la tendencia descendente de la tasa
de la ganancia que se observa mediante la variación en sentido inversa entre la
tasa de ganancia y la composición orgánica del capital. En otra palabras, si la
composición orgánica del capital sube, la tasa de la ganancia tienen que bajar,
y así se ha mostrado a lo largo de la historia capitalista.
Sin embargo, hay 6 ‘causas contrarrestantes’ que anulan la ley de la tasa
descendente de la ganancia y que son:
a.
El abaratamiento de los
elementos del capital constante por el creciente uso de la maquinaria que eleva
la productividad, disminuyendo a la vez el valor por unidad del capital
constante.
b.
Aumento de la intensidad
de explotación como mediante la prolongación de la jornada de trabajo.
c.
Depresión de los
salarios más debajo de su valor. Ya que para Marx, todo
precio está sujeto a la función del mercado, no hay posibilidad de política
de salario agresiva por parte de los capitalista, que también están dispuestos
a rebajar el sueldo del trabajador para mantener su nivel de plusvalía.
d.
Sobrepoblación relativa:
los trabajadores desocupados por la instalación de maquinarias, que, por sí
mismo, y rebaja los costes de producción, conduce las nuevas industrias a tener
una composición orgánica del capital relativamente baja, llevando a la alta
tasa de ganancia.
e.
El comercio exterior
también contribuye a rebajar costes, elevar la tasa de ganancia y plusvalía.
2.
Una crítica de la ley. Para
Sweezy, que la tasa de ganancia sea descendiente o ascendiente, no está sujeta
a una ley sino a muchos factores de modo que enumeró varias fuerzas tendientes
a deprimir la tasa de la ganancia, y otras que tienden a subir la tasa. Las
fuerzas que combaten la bajada de la tasa de la ganancia son:
i.
Los sindicatos.
ii.
Las acciones del estado
en beneficio de trabajadores como es la función del derecho de trabajo.
Por otro lado, encontramos las fuerzas tendientes a subir la tasa de
ganancia que son:
i. Las organizaciones patronales.
ii. Exportación del capital.
iii. Monopolios.
iv. Acción del estado en beneficio del capital como son las tarifas protectoras.
VIII. La naturaleza de las crisis
capitalistas
Hay muchas fuerzs económicas que dan forma la crisis. Pero la crisis real
puede explicarse sólo por el movimiento real de la producción capitalista de la
competencia y del crédito. En el tema de las crisis, hay varias posturas y
explicaciones de los autores, pudiendo abarcar los siguientes teorías que son
partes de ellas.
1. La producción simple de mercancías y las crisis.
El capitalismo cuenta con la circulación interrumpida de bienes de manera
que una interrupción en la compra-venta puede extenderse hasta afectar a toda
la economía, dando lugar a la crisis, en la que se encuentran dos cosas a la
vez: mercancías invendibles y necesidades insatisfechas y de ahí que la
sobreproducción sea el resultado de la crisis. Esta teoría se basa en la
circulación de tipo M-D-M de manera que anota la posibilidad de una crisis pero
aún no apunta la raíz la interrupción de la circulación de bienes.
2.
La ley de Say sostiene la circulación M-D-M no puede interrumpirse, de modo que no se
produce la crisis por esta razón. De ahí, los economistas clásicos cerraron el
camino a una teoría de las crisis. Dedicándose a criticar a Say y también a
Ricardo, quien dice que uno vende para comprar, Marx llegó a la conclusión de
que en realidad, la venta y la compra son dos procedimientos separados en el
tiempo. El dinero es el medio de cambio y permite la separación de la
compra-venta.
3.
El capitalismo y las
crisis. Debajo el capitalismo entonces dice Marx, la
circulación M-D-M queda sustituida por D-M-D. La imposibilidad de crisis en la
circulación M-D-M es porque las transacciones se realizaban por necesidad
mientras que con D-M-D, tiene otro razonamiento. Los dos Ds en D-M-D
representan el valor de cambio, no de uso. La expansión del valor, la base
objetiva y el resorte principal de la circulación D-M-D se convierte en su
propósito subjetivo en la que la apropiación de más riqueza (abstracta), se
vuelve el único móvil de sus operaciones.
Se observa pero, que la circulación M-D-M es propia de la clase obrera y la
D-M-D de la capitalista. Esta diferencia de conducta entre el capitalista y el
obrero proviene de las circunstancias objetivas de cada quien. Aquí se explica
el error de la economía política ortodoxa: la suposición del impulso del deseo
de obtener ganancias de todo el mundo y suposición que cada cual se interesa
solo en los valores del uso; a partir de estas dos suposiciones, nos quedaría
con el fallo de la teoría de los clásicos—el olvido de la pasión del lucro del
capitalista.
Según Marx, la disminución de tasa de ganancia y la rebaja del valor del
capital pueden desincentivar perfectamente al capitalista de invertir. Pese a
la necesidad de volver a invertir de los capitalistas para mantener su estatus,
no siempre tiene que reinvertir de forma inmediata y por eso se forma una
interrupción de la circulación de bienes y de capitales, fuente de la crisis.
Explicando de esta manera, se podrá observar que la raíz de las grandes
crisis es el descenso de la tasa de
ganancia más allá de su nivel ordinario.
4. Los dos tipos de crisis.
Siguiendo la teoría de Marx, tenemos aquí otro rasgo de crisis ya que los
bienes no siempre se venden a precios reales—teniendo en cuenta cuando hay una
sobreproducción de un tipo de bien y el capitalista los quiere vender aun
viéndose obligados a realizarlo debajo del valor del bien. Hay que diferenciar
entonces, las crisis relacionadas con la tendencia a la baja de las tasas de
ganancia y las crisis de realización debido a los diversos problemas que
plantean: uno es el problema de la tasa de la plusvalía y de la composición del
capital mientras el otro lleva a problemas del déficit general de
demandas—insuficientes para comprar todos los bienes producidos en el precio
que les corresponda.
En conclusión, tenemos a las crisis que se dan por la bajada de la tasa de
ganancia, pero las dos causas del descenso de la misma pueden llevar a análisis
muy diferentes.